LA PILDORA DE LA DISCORDIA

Existe una incongruencia total en la decisión del TC; por un lado, el fallo que emite, anula la distribución gratuita de la píldora del día siguiente por parte del Minsa, bajo la premisa de que “probablemente” sea abortiva, a menos que, se demuestre lo contrario; y por otro, sin embargo, sí se puede expender en farmacias y boticas, o sea, que las personas con capacidad monetaria pueden adquirirla, mientras que los pobres que no pueden comprarlo, se ven perjudicados con la medida.

Esta decisión es un contrasentido. Muchos han opinado que es abusivo e inclusive discriminatorio, por permitirle el consumo a ‘unos’ y no a ‘otros’. Lo ideal y sensato --de acuerdo a sus principios, el cual los llevó a tomar esta decisión--, hubiera sido retirar del ambiente, no sólo estatal, sino comercial este fármaco. Demostrando así igualdad y ecuanimidad, tanto para los ‘unos’ como para los ‘otros’.
Obviamente mayor acceso a este tipo de fármacos y anticonceptivos lo tienen las personas con dinero. De igual forma tienen mayor y mejor opciones para controlar la taza de natalidad. ¿Qué podemos decir de las personas de escasos recursos económicos y con escasos conocimientos de control de la natalidad?

Ayer, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, informó que el Gabinete en pleno se reunirá hoy para discutir el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que prohíbe la distribución de la píldora del día siguiente; de igual forma, la titular de la Mujer, Nidia Vílchez anunció que hoy presentará en el Consejo de Ministros un proyecto para que, de aprobarse, se envíe a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para pedir el esclarecimiento de la función de la píldora. Vale una reconsideración del TC en este tema de importancia e interés nacional.

Espero que la balanza de la justicia y la equidad sea igual para todos los peruanos.