miércoles, 31 de diciembre de 2008

NOS ENVIDIAN PORQUE SOMOS MORTALES


Se acabó el año. Se fue. Se marchó. ¿Y qué nos dejó? Para muchos; cosas buenas, para otros; cosas malas. Lo importante es que nos dejó cosas, experiencias, vivencias, alegrías, tristezas, fortuna, miseria, esperanza, desdicha. Son las mismas cosas por la que nos sentimos seres humanos. Ni más ni menos. Sólo personas.

Lo interesante de todo esto es que debemos ver las cosas con buenos ojos. Si el resultado del año fue negativo, debemos verlo como si nuestro esfuerzo fue algo escueto o caminamos en la dirección incorrecta. Si logramos muchas cosas es debido al esfuerzo y empeño perseverante que pusimos en práctica. Para ellos decirles: No todo en la vida son éxitos personales, hay además un área muy importante por conquistar y es tu espíritu. La tranquilidad del alma es un premio para tu cuerpo sobre todas las cosas. Trascender en él es la paz absoluta que lleva a mucha gente a buscarla durante toda su vida. Intentemos conquistarla, que sea nuestra META y seremos felices.

La felicidad (palabra esquiva e incomprendida) es el binomio del éxito de tu vida personal y de tu espíritu. Pocas lo alcanzan, por ello nunca se sabe de personas felices. Algunas se dicen felices, pero sólo es un estado de tiempo reducido (momentos) para luego aterrizar a su realidad. La felicidad, como tal, es imperecedera, no conoce de tiempo ni espacio, es perpetuo. Incluso la fe afirma que después de esta nuestra vida, hay otra mucho mejor y el sufrimiento ya no existirá, ni la enfermedad, ni la muerte. Sólo reinará la felicidad y la eternidad del hombre. Una felicidad eterna. Personalmente no comprendo el término ‘eterno’. Nadie lo puede comprender porque nunca lo hemos vivido o porque no hay nada ni nadie en el mundo que haya sido eterno. No hay evidencia tangible de lo que es eternidad. Por tanto, una felicidad eterna creo que dolería.

Hay un dicho griego: “Los Dioses nos envidian porque somos mortales” ¿acaso vivir una felicidad ‘mortal’ es más saludable?

No sé que escribo, sólo quiero desearte todos los parabienes en este nuevo año y decirte que la vida está llena de momentos. Disfrútala.

Feliz año 2009.

viernes, 19 de diciembre de 2008

DE BOCHAS, DEPORTES Y MI HERMANA

Carla Antay, en el centro de polo blanco (Más fotos en www.imagenazul.blogspot.com)


Se dice que desde niños debemos cultivar el amor al deporte. No como mera práctica de asignatura, sino, para que sea un sano hábito de por vida.

Y quién sabe, convertirse en un atleta y competir a nombre de tu país o de tu institución. No es mi caso. En mi familia, menos. Hasta ayer pensaba que el deporte en mi familia sólo era un adefecio que debía ser practicado por otros para admiración nuestro. Pero qué gratas sorpresas da la vida.

Ayer husmeando las noticias virtuales, entre ellas el Diario El Tiempo de Piura, me di con la grata sorpresa de que mi hermana --¿mi hermana?-- con un grupo de señoras encopetadas, miembros del equipo de Bochas del Club Grau de Piura, han salido campeonas en esta disciplina. !Vaya¡, creo que tenemos el espíritu deportista y no lo sabía. Bien por ti hermana, te felicito.

Aquí hago un copy de la noticia virtual, sólo me falta la foto... me envías una hermanita.


El Tiempo Miércoles 17 de diciembre del 2008
Superó a Las Terrazas y Sociedad de Tiro
Club Grau campeón en Bochas


Tras Vencer al Club Tenis Las Terrazas Miraflores y Sociedad de Tiro Almirante Miguel Grau de Bellavista, Callao, el equipo femenino de bochas del Club Grau se coronó campeón del torneo que se jugó en la centenaria institución piurana. El equipo anfitrión estuvo integrado por Nelly Pauta Gil, Olga Quelopana de Contreras (su suegra), Carla Antay de contreras, Blanca Chávarry de Mendoza y Betty Crisanto de Trelles.

Las campeonas piuranas integran, aparte de Lima, el único equipo femenino de Bochas del Perú. Las limeñas han participado en diferentes torneos internacionales, por lo que el triunfo de las locales tiene mayor resonancia.

El Club Grau contó con el asesoramiento del entrenador de la Federación Internacional de Bochas del Perú, Santos Navarro.Entre las jugadoras capitalinas presentes destacan Roosalba Rojas, Peggy Soldevilla, Violeta Gonzales, Ana María Linares, Sara Feijoo Polo, Lucía Diez-Canseco Cáceres, Ivonne Cortez Fernández, Ana María Soyer de Krhon y Pilar Chávez-Puelles del Carpio.

viernes, 12 de diciembre de 2008

MIS FURIBUNDAS ANTIPATIAS


Qué difícil (o sumamente fácil) debió ser para los santos en vida, no detestar nada y a nadie.
Estuve pensando y es casi de carácter obligado que todos nosotros pobres 'mortales' detestemos algo en nuestras vidas. Detestamos cuando nos mienten (pero no cuando mentimos), detestamos la injusticia (pero no cuando lo somos), creo que todos detestamos levantarnos temprano, pero para no hablar en plural, me ceñiré sólo a mí.
Detesto hasta a lo irascible a Ollanta Humala (ja); odio los eufóricos mensajes de Dios con convulsiones incluidas; detesto dar asiento en un micro; me hierve la sangre cuando me piden que repita algo que no me hayan entendido; me pone de mal humor cuando hablan que el Perú está mal o que no hay futuro.

Qué raro, ya no siento más odios o antipatías por nada. ¿Es que seré un cuarto de santo? ¡Ba!, odio el ladrido del perro de mi vecino, odio la batería desafinada de un chico alienado, para variar, hijo de mi vecino; detesto caminar de puntillas por el dormitorio de Noah, cuando está dormido, y sentir que el crujido de un parquet lo despierta ipso facto; detesto a las cajeras de Plaza Vea cuando me preguntan: “¿Donaría sus centavitos para los niños con SIDA?”, y más aún detesto a la gente que dice: “Sí, cómo no”; cuando por dentro no quieren ni botar la cáscara de plátano cuando lo comen; detesto que en las cabinas públicas de internet me controlen el tiempo.

Ya no quiero continuar con el rosario de animadversión con algunas cosas, pero quiero terminar escribiendo –acorde a las fiestas navideñas– mi última antipatía: detesto los intercambios de regalos, porque siempre regalo algo novedoso y a mí me regalan lo más común, ¿qué tan común puede ser una barra de chocolate? Por eso he decidido no participar este año, pero sí brindarles este regalo de malquerencia.