Una vez más los americanos tiene que darnos el ejemplo de cómo elegir a los gobernantes. Mientras en nuestro país, aún ahora, prevalece la estúpida idea del racismo, al parecer en el país del norte esa 'tara' de racismo está en franco deceso. Prueba de ello es la elección del Presidente Barak Obama, de ascendencia notablemente africana.
Los americanos cansados de lo mismo y de la misma gente en el poder, optaron por una opción diametralmente opuesta a las desiciones ortodoxas. La pregunta a futuro es : ¿fue la mejor elección? Quién sabe. Esperemos pues.
Por ahora la juventud americana a puesto su confianza en el 'negro' --como le dice cariñosamente Hugo Chávez, quien espera una política mucho más concertadora que la de 'Mr. Boshhhhh'-- y esperan pueda dar alguna solución a la crisis mundial originada por ellos mismos y sus arrebatos de supremacía bélica en el planeta.
El tiempo juega en otra cancha con el hombre de negro. Ahora las épocas han cambiado notablemente; quién iba a pensar hace sólo 40 años, que un negro iba a ser Presidente de EEUU... nadie. Irónicamente creo que el negro porvenir del mundo se aclarará con la llegada del nuevo inquilino a la Casa Blanca.
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