jueves, 6 de noviembre de 2008

BELLEZA DE FORTALEZA


Veamos. Luciana es un ángel y su papá un demonio; es cierto. Luciana es sencillamente preciosa y su papá una rata; es cierto. Luciana es honesta y su papá es uno de los mayores corruptos del Perú; pongo las manos al fuego que es cierto.

Lo que escribo es lo que creo, así de simple. Mirar a Luciana y apreciar su natural belleza, es casi mirar a una indiscutible ninfa (predónenme si exagero), pero es así; sin embargo, relacionarlo con todas las cosas mal hechas y mal habidas de su padre, es manchar esa imagen que para muchos Luciana no lo merece. No creo dejarme engañar con sus lágrimas y atragantamientos en el congreso cuando hizo sus descargos, sino, que se notó una genuina defensa en pos de su dignidad... lo poco que le queda. Creo que naturalmente han habido algunas contradicciones en sus argumentos, pero díganme ustedes, ¿nos es acaso válido, de alguna forma, no defender pero tampoco hundir a su padre en tales hechos? ¿No lo haríamos nosotros mismos? Es un tema paradójico y controversial, a nadie nos ha pasado; hay que estar en los zapatos de Luciana para vivir esos momentos.

En todo caso justifico sus argumentos. Es humana y además hija de un padre --aunque éste sea una 'rata'-- Por cierto, es además una mujer valiente porque ella sóla se está soplando todo el vendaval de su padre, que dicho sea de paso es un cobarde a carta cabal por no presentarse, y dejarla de exponer y vejar como hacen con mi Lucianita.

Entrégate cobarde. Y a ti Luciana bella, fuerza y dignidad que a ti eso te sobra.

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