jueves, 2 de octubre de 2008

MES DE 'SEÑORES'... Y TEMBLORES

El Señor de los Milagros es un ícono que ha marcado la pauta espiritual en todo el Perú. ‘Él’ da inicio al mes morado, el mes más religioso de nuestro país; pero dentro de nuestra patria existe otra gran celebración cristiana (a mi entender pagana, como todas) y es la de El Señor Cautivo de Ayabaca. (Ayabaca, Piura)

Quiero compartir con ustedes amigos blogeros una reseña extraída del portal de Terra y elaborada por la Facultad de Comunicación de la Universidad San Martín; su origen y festividad.

La leyenda
“La imagen del Señor Cautivo de Ayabaca es un hermoso y antiguo tallado de madera cuyo origen está mezclado con el misticismo ayabaquino.

Cuentan los sabios ancianos del pueblo, que en 1971, el padre García Guerrero mandó a cortar un tronco de árbol para tallar, en esta, la imagen del Señor. La sorpresa de los pobladores sucedió cuando brotó de la madera un líquido rojo semejante al color de la sangre humana.
Inmediatamente los pobladores buscaron a los mejores escultores para tallar la imagen. Pronto llegó un grupo de artistas que, según la leyenda, fueron enviados por la Divina Providencia. Los misteriosos personajes aceptaron trabajar en la obra, previas condiciones: Que nadie los viera trabajar ni interrumpiera hasta que la obra estuviera terminada, que se les alcanzara por una ventana los alimentos una sola vez al día al amanecer y que el precio lo arreglarían al concluir el trabajo.

Pasaron varios meses y como los pobladores no recibían respuesta de los escultores, decidieron ingresar, a la fuerza, al cuarto de trabajo. Al entrar no hallaron a persona alguna y los alimentos estaban intactos, y sólo una imagen esplendorosa e imponente se proyectaba hacia ellos, era el Señor Cautivo.
Este hecho impresionante hizo que los feligreses cayeran postrados ante la presencia del Divino Redentor. Asimismo se cree que los artistas eran ángeles que volaron al cielo después de concluir con su tarea.
Desde entonces la devoción al Señor Cautivo de Ayabaca creció a través de los años y miles de fieles forman romerías en busca de un milagro o en agradecimiento por los favores recibidos”.

Realidad o fantasía, saque usted sus conclusiones, pero el hecho es que en la actualidad miles de peregrinos de todas partes del Perú y el extranjero, llegan hacia Ayabaca caminando de rodillas –literalmente hablando— cumpliendo una promesa hecha ante un milagro concedido.

Esta es la otra gran festividad celebrada al norte del Perú, cuya fecha central es el 12 de octubre. ¿Nos vamos? Los bocadillos esperan.

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