viernes, 19 de octubre de 2007

A 126 AÑOS DE LA INVASION CHILENA



Desde chico siempre me ha gustado la historia. Tengo fascinantes recuerdos de mis clases en el cole y luego algunas investigaciones en las cuales descubrí ciertas verdades dolorosas.
Recuerdo cuando en 1998, se hallò en los campos de Chorrillos (cerca al morro solar) a un soldado chileno, invasor de la Guerra del Pacífico en 1881. Se le mostró ataviado con su uniforme de rigor: fusil, municiones, cinto a la cadera, vestía dos pantalones (probablemente por el frío húmedo) saco y botas. Eso demuestra que el soldado chileno de esa época estaba muy bien apertrechado en contraposición con el soldado peruano. Jòvenes valerosos, muchos de ellos nada diestros en el uso de las armas, pero llenos de orgullo y desición. Vestían lo que traían puesto , en el mejor de los casos con sandalias.
No quiero irme del tema.
Sucede que una vez enterado el gobierno chileno del hallazgo del soldado, solicitó la repatriación de éste para darle en su país los honores correspondientes. Después de todo Fujimori fue más peruano que todos juntos ahora. Y decidió no darle el gusto a los sureños. Porqué, pues?
Hoy, Octubre del 2008 bajo los silencios más sepulcrales y oscuros, tanto acá como en Chile, se procedió a repatriar al soldado invasor.
En qué estupidez estaba pensando Alan García, nuestro presidente? como dijo nuestro connotado periodista César Hildebrant: "Por qué Alan García se muestra tan horrorosamente rastrero y servil al gobierno chileno?"
Alan, ya te olvidaste de nuestra historia? no recuerdas la Guerra del Pacífico?
Un refresh: Los chilenos cuando llegaron a Lima, la saquearon, la incendiaron, violaron a nuestras mujeres, nuestra Bibiloteca Nacional fue su caballeriza, nuestra historia fue quemada en sus libros. Ese invasor nos arrebató la vida. Te imaginas Alan el sufrimeinto que vivieron esos peruanos en plena invasión? hijos, padres, hermanos, tíos, es decir muchos muertos y tú Alan, los DESHONRAS así por así?
Acaso no sientes en tu corazón la humillación a la que fuimos sometidos (y a la que aún hoy estamos sometidos) al quitarnos el Huáscar, monitor donde gallardamente nos defendió Grau hasta su muerte, para que ellos los invasores, lo utilicen a nuestro mismo Huáscar para atacarnos y eliminar nuestra fuerza naval; has olvidado todo eso? Y hoy en día nuestra nave mostrada como trofeo de guerra al mundo y advirtiéndonos sutilmente que Chile nos tiene y nos tendrá sometidos siempre.
Acaso, crees en tu más íntimo tejido peruano que Chile nos devolvería nuestra más gloriosa nave: El Huáscar?
Pero fíjense; nosotros sí le devolvemos a ese soldado invasor, asesino de hombres, mujeres y niños peruanos. Que no mostró piedad ante el peruano caído. Agradescamos a otro militar; francés él, Bergasse du Petit Thouars , quien divisando desde el Callao la destrucciòn salvaje y abusiva de los chilenos contra Miraflores, Barranco y Chorrillos, envióle un mensaje al general Manuel Baquedano G. quien comandaba las tropas asesinas, advirtiéndole que si destruía la ciudad de Lima, él mismo abriría fuego contra los chilenos.
Tan despiadados fueron estos invasores, para que un militar francés nos tenga lástima y medie en defensa nuestra?
Y tú Alan, de qué parte estás? Espero que luches en La Haya, para que los invasores nos devuelvan el mar de Grau, que hasta ahora lo aprovechan, y no tengas miedo que el Perú ahora es otro país. El peruano de corazón sabe lo que tiene que hacer. Me entiendes?
A ver si la próxima, me gustaría si fuera en esta y no en otra generación, les devolvamos a los chilenos no uno , sino varios soldados caídos, pero con justicia y equidad. Valor y entrega; cosa de la cual los chilenos no podrán jactarse nunca. Y que ellos mismos recuerden a Grau como ejemplo a seguir.
Lo que sí te agradesco Alan, es que en tu gestión y justamente hoy 18 de Octubre, hayan promulgado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultural a nuestra bebida de bandera rojiblanca: EL PISCO SOUR.
Salud con todos los peruanos , sí, también contigo invasor.

Lalo Antay


3 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAAJAJAJAAAAA SIN COMENTARIOS QUE EN ESTOS MOMENTOS ESTOY REALIZANDO UN TRABAJO PASO A COMENTAR MAS ADELANTE SI ME ACUERDO GRACIAS POR LA REDACCION

Anónimo dijo...

Absolutamente falso el saqueo chileno a Lima, hay unos datos bien. Ojo con los antecedentes respecto a las tropelías cometidas por peruanos contra peruanos antes del ingreso de las tropas chilenas y también de la solicitud del alcalde de Lima, don Rufino Torrico, para que nuestros soldados se hicieran cargo de la situación.

Por eso es bueno difundir la verdad histórica, así se derriban mitos absurdos y mal intencionados de quienes aún están influidos por el odio.

Lima fue declarada "ciudad abierta". La pacífica ocupación chilena

El golpe moral que significó para la autoridad del Perú la caída de Chorrillos y Miraflores fue como un verdadero cataclismo, que los jefes militares no pudieron soportar. Piérola, íntimamente destruido, abandonó Lima esa misma tarde, acompañado sólo de un puñado de amigos y se refugió en las inmediaciones.

Fue en este intertanto que se iniciaron los saqueos y las tropelías de Lima, cuando los chilenos aún no llegaban a la ciudad, pues al quedar Perú acéfalo, soldados y civiles peruanos se lanzaron en una repugnante fiesta de desmanes con la excusa de no dejar nada de valor al alcance del enemigo invasor. Saquearon todo cuanto pudieron, robaron los mercados, los edificios públicos, bodegas con alimentos, las casas aristocráticas y les prendieron fuego, señalando tendenciosamente, en nuestros días, que fueron los chilenos los culpables de tales saqueos y que las piezas de mayor valor perdidas en estas tropelías se encuentran hoy día en Chile como objetos pretendidamente traídos desde la capital peruana.

No contentos con la salvajada, al enterarse de que esclavos chinos de las guaneras peruanas o "coolies" se habían enrolado voluntariamente en las tropas chilenas, tras ser liberados por el Ejército en su avance por Atacama y Tarapacá, la turba avanzó hacia las barriadas de ciudadanos chinos y asesinaron a cerca de 300 de ellos. Continuaron la jornada de destrucción violando a sus propias mujeres y, hacia la noche, terminaron de llevarse lo que quedaba en casas y palacios abandonados. Fue en este punto cuando los extranjeros residentes en Lima organizaron la mencionada brigada de emergencia para detener a los coléricos soldados y montoneros peruanos, matando a unos 2 mil de ellos. En tanto, casi todos los navíos del Callao fueron hundidos y quemados, y las fortificaciones del puerto fueron destruidas.

Ante este panorama de anarquía extrema, cerca de la noche del 17 de enero de 1881 se rindió formalmente el alcalde limeño, don Rufino Torrico, presentándose personalmente ante los chilenos para solicitar la toma de la ciudad y la restitución del orden, acción que, con ignorancia y patriotería, algunos autores peruanos jamás le han perdonado acusándolo de traidor, sin ofrecer alguna idea siquiera de qué otras posibilidades podría haber tenido Torrico para hacer imponer el orden en la ciudad.

Anónimo dijo...

Cuando volvemos a Lima?....